Demasiada... complicidad como tú la llamas, confianza demasiado rápido quizá, demasiados ratos juntos... Es como cuando corres y corres y corres y cuando quieres mirar atrás estás mucho más lejos de lo que pensabas. Y ya es difícil volver.
Dos imanes que se hicieron torbellino y desde entonces giran y dan tumbos. Pero si no se pegaron de verdad, si no hay algo sólido ahí abajo, la espuma bajará y no quedará nada. Como si para todo hiciese falta tiempo, tiempo para mirar, para conocer, para que las cosas surjan solas, para ver con distancia... ¿Y si no? ¿Y si no siempre es necesario?
Ojalá que no. Ojalá que sea el poso mayor que las risas de hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario