La boca seca, pastosa. Sentir que son las piernas las que te llevan y no sabes ni adónde. Apatía. Ni sonrisas, ni ilusiones ni nada. Nada. Desgana. Más apatía. Tristeza. ¿Por qué? Porque esa persona a la que llamas 100% no lo es realmente. Porque eso no existe aunque a veces lo vivas como si lo fuera. Porque me siento incapaz de pensar en ti como alguien que cada vez que me doy la vuelta lleva una botella en la mano y es ella quien te lleva a ti. Porque no quiero pasar el resto de mi vida con alguien que recurre a ella con esa facilidad. Me da miedo. Demasiado normal como para ser real. Con alguien que no comprende lo que es importante para mí. Ganas de tirarlo todo. De llorarlo todo. Y para qué.
¿Realmente es tan complicado? Necesidades diferentes, sí lo sé. Compaginarlas y encontrar el punto común - equilibrio. Lo de siempre vamos. Pero, ¿qué hay de los paquetes, de las sorpresas, de los mensajes, de los regalos, de los viajes, de la espontaneidad...? Es como el que disfruta escogiendo un regalo, el papel, envolviéndolo, viendo la cara de la otra persona al abrirlo... Espera que algún día a alguien le haga la misma ilusión que a él preparar el suyo. Quiere ser objeto también de todos esos proyectos y detalles. Que alguien piense en él o en ella y lo transmita. Que también decidan coleccionar fotos en un álbum y él ser protagonista.
what's up?
ResponderEliminarjust... recollecting pieces of a broken jar and sticking them up together again but it´s okay, it´s already superglued up in my shelve ;)
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