Tu mano se separó de mis dedos entrelazados con los tuyos mientras empujabas la maleta escaleras abajo. Mi cara llena de lágrimas, una sonrisa en la tuya como si fueses a volver después de ir a comprar un zumo. Inconsciencia tuya, asimilación mía.
Hoy recuerdos, sensaciones, sentimientos, ensoñaciones...
Que me cojas la espalda por detrás, que dibujes caminos en mi pelo, que busques mi mano debajo del mantel, que quieras nuestra mejor foto igual que yo y ninguna nos satisfaga del todo, que todo lo que veas, mires y recuerdes tenga mi rostro, mi piel y mi olor, que cada vez que cierro los ojos te imagine contemplándome, que solamente me haya dado cuenta de lo importante que has llegado a ser cuando no te tengo conmigo, que aprendas a venir a buscarme a mi habitación cada vez que vas a cualquier parte, que me esperes en tu cuarto cada vez que nos separamos, que el resto del mundo nos mire con desaprobación e incomprensión y quién sabe, quizá con envidia, que hayas sacado cosas de mí que ni siquiera sabía que tenía, que me hagas sonreír sin darme ni cuenta, que mis ojos lancen chirivitas, que mi corazón bombee más rápido de lo normal y sólo te des cuenta tú, soñar contigo despierta y dormida pero por encima de todas las cosas, resistirme a creer que no vas a volver a aparecer en mi vida.
Que los "no puedo vivir sin ti", "te necesito", "me haces falta"... sean tan verdaderos como que soy morena aunque quizá efímeros si pasado mañana ya no los siento y hoy he hablado muy deprisa.
Ser tu principessa y de nadie más.
Haberme enamorado de ti en sólo una semana.
Y ahora que... es lo único que ronda mi cabeza porque la única respuesta que tengo no me sirve.